Ocho talleres olfativos en el Fort Saint-André

Este mes de julio tuve el placer de dictar ocho talleres de creación olfativa en el Fort Saint-André de Villeneuve-lès-Avignon (Francia) en el marco del evento nacional “C'est mon patrimoine”. Apoyadas por el Ministerio francés de Cultura, estas actividades tienen como objetivo acercar los niños a lugares patrimoniales durante las vacaciones escolares ofreciéndoles actividades lúdicas.

Este año, el Fort Saint-André, recinto fortificado del siglo XIV instalado en el monte Andaon que domina Villeneuve-lès-Avignon (a poca distancia de Aviñón), ofreció talleres sobre los cinco sentidos en los que participaron niños de entre 6 y 11 años de los centros de ocio del departamento francés Gard.

La actividad que dicté se llamaba “Mi olor del Fort Saint-André”. Consistía en iniciar los niños al oficio de perfumista creando su propio perfume a partir de los olores que se pueden oler en el Fort Saint-André.

En la fase preparatoria de esta colaboración, visité al Fort para anotar olores que podrían formar parte de la paleta de nuestros pequeños perfumistas como por ejemplo el olor del majestuoso cedro presente en el parque, los olores a menta, fresa y salvia del huerto educativo, ...

Cada taller comenzó con una breve presentación de mi práctica combinando fotografía y perfumería. Luego olíamos juntos cada uno de los diez ingredientes puestos a disposición de los niños.

Esto les permitió identificar las materias que preferían y considerar la posibilidad de utilizarlas en su creación.

Una vez olidos las materias, la fase de creación comenzó anotando primero en su hoja de formulación la cantidad de gotas para cada uno de sus ingredientes favoritos.

Una vez definida la fórmula de su ensayo, contaron el número de gotas en pequeños frascos puestos a su disposición y olía el resultado con cada niño sobre tiritas.

Si no estaban satisfechos con el resultado, los guiaba sobre los cambios que debían realizar en su fórmula. Si estaban satisfechos, los animé a probar otras mezclas.

Después de varios ensayos, todos eligieron su fórmula favorita, la cual pesé con mi balanza de precisión en un atomizador de 15 ml que se llevarían a casa al final de la actividad.

Una vez pesados todos los perfumes, uno por participante, olimos juntos cada una de las creaciones, contándonos su autor los ingredientes utilizados en su fórmula.

Algunos participantes también tuvieron tiempo de dibujar los ingredientes de su fórmula, otros de dibujarse ellos mismos con su pequeño perfume.

Esta experiencia de transmisión fue increíble para mí. Refuerza mi idea de la importancia de hacer que la perfumería y la profesión de perfumista sean accesibles a todos. Quién sabe, ¡tal vez de esta primera experiencia nacieron vocaciones!

¡Y qué alegría verlos volver a casa felices con su primer perfume!

Radio Sommières nos sorprendió con una visita durante los talleres y nos entrevistó a los niños y a mí. El programa se puede escuchar aquí.

¿Es usted un lugar cultural o patrimonial, un establecimiento educativo y les gustaría ofrecer un taller de este tipo a su audiencia? ¡Contacta conmigo!