Momentos inolvidables en el pueblo de Shinjo
Mi última parada en Japón fue en la prefectura de Okayama.
Lo que me llevó a esta prefectura fue un encuentro con la Sra Noriko Kondo, fundadora de la compañía Hinoki Lab en Niza (Francia) en junio pasado en el Congreso Mundial de Perfumería al cual asistí como estudiante de perfumería. Allí promovía sus aceites esenciales de hinoki que fabrica en Shinjo, un pequeño pueblo en la prefectura de Okayama.
El hinoki es un árbol de crecimiento lento en la familia de los cipreses que se encuentra sólo en Japón, China y Taiwán. Los tres aceites esenciales orgánicos de la Sra Kondo: madera de hinoki, hojas de hinoki y ramas de hinoki, me transportaron de inmediato. ¡Nunca antes había olido algo así!
Mientras que el aceite esencial de la madera de hinoki tiene bonitas notas amaderadas, alcanforadas y desprende cierto misticismo, el de hojas de hinoki se caracteriza por unas facetas afrutadas y cítricas mientras el de ramas de hinoki sería una especie de puente olfativo entre los dos.
En junio, cuando conocí a la Sra. Kondo, le informé de mi próximo viaje a Japón y me invitó a visitarla.
Nos encontramos en Okayama y viajamos juntos al pueblo de Shinjo, donde se encuentra su destilería.
Me encantó el lugar a primera vista. Estaba rodeado por un bosque hermoso y bien cuidado. Pero quizás lo que más me impresionó fueron las personas que conocí* allí.
Compartir mi experiencia en la industria del perfume con Noriko y su esposo fue muy enriquecedor profesional y humanamente, además de compartir muchos de los valores sociales y ambientales de HinokiLab. No se trata sólo de vender un producto de calidad, sino de implementar una ética, una filosofía y una hermosa historia de empresa familiar en la que uno quiera ser parte.
Visitar este lugar, conocer a las personas que están en el origen de estos increíbles aceites esenciales fue una experiencia inolvidable. Estoy deseando trabajar en una fragancia que evoque esos momentos memorables que pasé en el pueblo de Shinjo.
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* Me gustaría agradecer especialmente a Shinro Kuroda, así como a Tacaquito Usui, Miyuki Yamamoto y su encantador hijo.