Impresión en papel fotográfico montada sobre paspartú blanco y protegida en una bolsa de plástico adhesiva.
Deambulando al atardecer, una suave brisa nocturna me arrastró a las puertas de mis sueños dormidos. En esta ciudad que grita de día, mi imaginario espera con impaciencia la noche para estar por fin libre de crear un mundo real donde vivir en toda serenidad.
“Lo imaginario, es lo que tiende a hacerse real” —André Breton
ACERCA DE LA TOMA
Esta fotografía fue tomada en Taipei, capital de Taiwán donde estuve un mes primero en una residencia de artistas y luego en casa del habitante. Fue un mes caótico a huir el ruido y el ritmo desenfrenado de esta Nueva York asiática. Mi único consuelo: salir por la noche, deambular a la calma a merced de mis inspiraciones y volver a conectar con la Naturaleza que echaba tanto de menos.